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Poemas que enriquecen el espiritu

Amistad

Vuestro amigo, es la respuesta a vuestras necesidades.
Es vuestro campo, que sembrais con amor,
y cosechais con gratitud.
Y es vuestra mesa,
y el fuego de vuestro hogar.
Porque acudís a él para saciar vuestra hambre.
y lo buscais en procura de paz.

Cuando vuestro amigo revela sus pensamientos,
no temeis el " no " en vuestra propia mente,
ni reteneís el " sí ".
Y cuando el guarda silencio,
vuestro corazón no cesa de escuchar a su corazón.

Porque en la Amistad,
todos los pensamientos,
todos los deseos,
todas las expectativas,
nacen sin palabras,
y son compartidas con callado gozo.

Cuando os separais de vuestro amigo,
lo haceis sin aflixión.
Porque lo que más amais en él,
puede ser más diáfano aún en su ausencia,
como para el alpinista la montaña aparece más despejada desde la llanura.

Y dejad que en la Amistad
no exista otro propósito
que el de profundizar el espíritu.
Porque el amor que busca otra cosa,
que no sea la revelación de su propio misterio,
no es amor, sino una red tendida,
y solamente lo inútil es pecado.

Y procurad que lo mejor de vosotros,
sea para vuestro amigo.
Si debe conocer vuestra bajamar,
dejadlo conocer también vuestra pleamar.
Porque ¿qué amigo es aquél
que tuvierais que buscar para matar las horas?
Buscadlo con horas para vivir.
Porque es misión suya
llenar vuestras necesidades,
pero no vuestra vaciedad.

Y, que en la dulzura de la amistad
haya lugar para la risa, y,
para los placeres compartidos.
Porque en el rocío de las pequeñas cosas,
el corazón encuentra su mañana,
y, toma su frescura.

La Vida

La vida es breve...

Así que no hay que perder el chance,

de extender las alas y volar...

La ciencia de la vida,

es el misterio más grande del universo...

¿Cuánto tiempo tenemos?

No mucho...

Cada minuto, cada segundo es importante,

para cada uno, (a),

haz todos los días cosas que te gusten...

No solo la muerte, puede vencer al hombre...

La vida es breve, muy breve.

Cerrando círculos

O cerrando puertas.
O cerrando capítulos.
Como quiera llamarlo.
Lo importante es poder cerrarlos.
Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van
clausurando.
¿Terminó con su trabajo?
¿Se acabó la relación?
¿Ya no vive más en esa casa?
¿Debe irse de viaje?
¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente 'revolcándose' en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos.

A pasar la hoja.

A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió.
Y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa.

Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de
superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar.

Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que
tenemos en el presente.

El pasado ya pasó.

No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que ”alguna vez se den cuenta de quién es usted”.

Suelte el resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás.

Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.

¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir, cierre
capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.

Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.

Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.

Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable.

Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir
porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad.

Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.

Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

 

Autor: Paulo Coehlo

Vive tu vida al máximo

Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida

Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza

Sé tú mismo

Pero sé lo mejor de ti mismo

Ten valor para ser diferente y seguir tú propia estrella

Y no tengas miedo de ser feliz

Goza de lo bello

Ama con toda el alma y el corazón

Cree que aman, aquellas personas que tú amas

Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti

No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo

Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible

Luego olvídala

El momento de la certeza absoluta nunca llega

Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos

Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios

Vive cada día a plenitud.

Vuelve a empezar

Aunque sientas el cansancio;
aunque el triunfo te abandone;
aunque un error te lastime;
aunque un negocio se quiebre;
aunque una traición te hiera;
aunque una ilusión se apague;
aunque el dolor queme los ojos;
aunque ignoren tus esfuerzos;
aunque la ingratitud sea la paga;
aunque la incomprensión corte tu risa;
aunque todo parezca nada;
¡VUELVE A EMPEZAR!

Amor

Amor...
única llama que me queda de Dios
en el sendero cierto de lo incierto.

Aquí,
desesperada,
me contemplo la vida en un hueco del tiempo.

Entrecortando pasa el sendero de luz
que esperancé de sueño.

¡Oh mañanas azules que se quedaron muertas,
volando en el espacio!

¡Oh anudada caricia que amaneces dispersa,
cuando despierta el cuerpo!

¡Oh querer desterrarme de mis pasos turbados...!
¡Multiplican en ecos!

Aquí, junto al continuo gravitar de la nada,
¡cómo asaltan mi espíritu los silencios más yermos!

Mi esperanza es un viaje flotando entre sí misma...
Es una sombra vaga sin ancla y sin regreso.

Mis espigas no quieren germinar al futuro.
¡Oh el peso del ambiente!
¡Oh el peso del destierro!

¡Amor...!
Hasta la leve ronda de tu voz perturbada,
me partió la ola blanca que quedaba en mi pecho.

Que es tristeza?

Un sentimiento vacío
en el fondo del corazón.
Un hielo en el alma
que quema sin compasión.
Una mirada perdida
en el horizonte del desamor.
Unos ojos sin brillo
desechos por el dolor.
¿Qué es pues la tristeza?
sino el pago por el amor.

Mamá

Te fuiste de mi lado.
En silencio fue tu partida.
Mi corazón se ha desangrado
por tan súbita despedida.

Tu espíritu luchador
a la vida se aferraba.
Más Dios, desesperado,
a su lado te llamaba.

En ángel te has convertido.
Velando por nosotros estás.
Aguardando que se cumpla la cita
de reunirnos en la eternidad.

Sin embargo, me parece tan lejos...
Quisiera ahora poderte abrazar.
Te busco, te llamo. No te encuentro.
Dime... ¿Cómo me he de consolar?

Tu amor incalculable
mis faltas por alto pasó.
Porque el querer de una madre,
ese, no tiene comparación.

Sé que en el cielo habitas.
Al lado de Dios has de estar.
Aguardaré paciente el día
en que nos volvamos a encontrar.

Entonces será para siempre.
Nada ni nadie nos podrá separar.
No temeré cuando llegue mi momento
pues tu presencia me confortará.

Me esforzaré por ganar el cielo
para no perderte nunca más.
Mientras tanto, guía mis pasos.
Ilumina mi senda, enséñame el camino.

Que tu presencia me rodee siempre
hasta que se cumpla mi destino.

 

Perdón

Asomaba a sus ojos una lágrima
y... mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y enjugó un llanto,
y la frase en mi labio expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿Por qué calle aquel día?.
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.
Es cuestión de palabras, y, no obstante,
ni tu ni yo jamás,
después de lo pasado convendremos
en quién la culpa está
¡Lástima que el amor un diccionario
no tenga donde hallar
cuando el orgullo es simplemente orgullo
y cuando es dignidad!

Gustavo A. Bécquer

 

Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.